Tamizado en húmedo

Utilizar los productos de aspersión adecuados y asegurarse de que las boquillas de aspersión funcionen correctamente son dos puntos críticos para una limpieza eficaz del mineral durante las operaciones de tamizado en húmedo. Entre los problemas que afectan a la eficacia y eficiencia de las operaciones de tamizado en húmedo están:

• Falta de filtración
  Las tuberías internas deterioradas y corroídas son una de las principales causas de obstrucción de los orificios de las boquillas de aspersión. Incluso los grandes cabezales de 4"-6" de diámetro requieren la instalación de filtración en línea lo más cerca posible, debido a la acumulación de lodos. Es aconsejable instalar un filtro autopurgante (manual o automático) que pueda controlarse mediante un controlador de aspersión AutoJet® a intervalos definidos por el usuario.
• Selección de las boquillas de aspersión indicadas
  Para maximizar la eficacia de la aspersión, las boquillas de aspersión FlatJet® son la selección ideal, ya que tienen un patrón de aspersión de deflexión que produce un mayor impacto en comparación con un patrón de aspersión plano tradicional.
• Distancia de las boquillas de aspersión
  Una distancia incorrecta de las boquillas de aspersión puede reducir la eficacia del lavado debido a los espacios entre los patrones de aspersión. Además, se reduce el impacto de la aspersión sobre el ancho de la plataforma de la malla.
• Boquillas de aspersión desgastadas
  Las boquillas de aspersión desgastadas pueden afectar el rendimiento y provocar una disminución de la producción y un aumento del consumo de agua. Si la producción funciona 24/7, lo ideal es sustituir las boquillas cada 3 meses para maximizar la eficacia a largo plazo.

Un producto popular para aplicaciones de tamizado en húmedo es la Regadera automática con cepillo equipada con boquillas de aspersión FlatJet para una limpieza eficaz y a fondo. La regadera de aspersión dispone de limpieza automática de las boquillas de aspersión durante los tiempos normales de producción, sin necesidad de que intervenga el operador. La regadera automática con cepillo garantiza que las boquillas de aspersión se mantengan limpias, reduciendo así la posibilidad de obstrucciones. Además, se mejora la cobertura de la aspersión, se reduce el consumo de agua y se alarga la vida útil de las boquillas.